Los días se hacen eternos… No tengo a nadie para decir qué me ocurre ni por qué estoy siendo así… Por qué tengo que pasarlo tan mal ni por qué ninguna persona está a mi lado… Si tan sólo pudiera cambiar eso, sería una de las personas más felices del mundo. Cualquiera piensa que puede ser un mal día, cualquier cosa que pueda haberme hecho esto. Pero no… no saben lo que es llegar varios días llorando hasta que el sueño me invada, lo que es sentirse perdida rodeada de conocidos desconocidos, de sentirte invisible cuando la realidad no es esa.  Desear tener a mucha gente a tu lado, apoyándote, haciendo lo posible por sacar una sonrisa de alegría en una cara entristecida… Serán simples baches de la vida, o momentos que sólo durarán un tiempo. Nadie me dijo que la vida venía con varias horas diarias de sufrimiento y lágrimas. Tanta envidia siento… tantas ganas de tener a ese alguien junto a mi… Lo único que necesito en esperanza, esperanza en saber esperar al momento en el que todo esto cambie a mejor y superar esto como un simple bache. Simplemente, no rendirme ante nada, y ante nadie.

Nunca olvidaré esos días en lo que todo me daba igual. Era feliz, jugaba, me divertía, no tenía problemas… Todo eso va cambiando con los años. Tienes que madurar de alguna manera, y aunque en mi caso fue de una forma no muy buena, hay que seguir. Es extraño que una persona tan pequeña, tan joven, tenga que esforzarse tanto para luchar, para no quedarse atrás. Aunque muchas veces el resultado es agradable, el camino no lo es. Debes conseguir que los golpes que te pueda dar el tiempo, no te deje atrás. Comprender lo que sucede a tu alrededor y no ignorarlo. Dejar las muñequitas y demás juegos atrás y empezar a ser responsable.  No sé si por suerte o por desgracia, muchos pueden madurar tarde, en su primera década de vida. Otros, como mi caso, debemos madurar varios años antes, cuando aún estamos aprendiendo a multiplicar. La gente te critica sin saber lo que has vivido, lo que has visto y has sentido. Son muchos sentimientos los que no se muestran en el exterior. Sólo se dejan ver cuando lo compartes con una persona. Así que, por esta sencilla razón, algunos deben dejar de juzgar sin conocer, porque nunca sabes que ha vivido alguien hasta que se refleja en sus ojos.

Días de lluvia… puede que no sea lo más alegre del mundo, pero tampoco lo más triste. Esos días te sientes débil… falta menos para una fecha. Siempre recordaré ese momento, el que me decía adiós. Tal vez no signifique nada para algunos, pero debemos juzgar desde el corazón y sentimientos de los demás.  Cientos de momentos recuerdo a través de mis ojos. Momentos inolvidables, tristes, alegres, misteriosos, emocionantes… Todo esto, en un mismo día. No he pasado todo lo que debía junto a él, pero sé que todos esos días juntos, han sido de los mejores y aunque me quede una larga vida, siempre pensaré que serían mejor si estuviese a mi lado. Sin embargo, debemos seguir, aunque alguien nos falte. Y sí, sé que es duro, pero todo es posible. Pensar que esa persona sólo quiere verte sonreír, sintiendo alegría, siendo feliz, viviendo tu vida. Por muchos obstáculos que encuentres por el camino, debes evitarlos, seguir adelante. La vida es realmente bonita, siempre y cuando alguien sepa apreciarla.