Desde que ocurrió aquello, ya nada es igual. Todo ha
cambiado. Todo es diferente. Ahora, veo la vida desde un ángulo diferente. Cada
día es una bendición, cada hora, cada minuto… Todo el pasado se queda en lo que
es, pasado. Lo presente se vive al máximo, y el futuro, se vivirá como es
debido. Mientras, intento mirar desde aquel día. Doscientas personas, dejaron
de existir. Y él y yo, junto con otras veintidós personas, seguimos viviendo.
Es extraño, siempre piensas que le puede ocurrir a cualquier otro, pero no, te puede
pasar a ti. Con sólo veinte años vividos, hemos sobrevivido a una de las
mayores catástrofes. Los dos. Una simple pareja. Un acontecimiento que te
provoca pensar en que no es el momento de marchar, de vivir hasta el último
momento, y de estar juntos. Después de lo ocurrido, los sobrevivientes suelen
tener miedo hacia lo que les ha producido el accidente, pero yo no. Si sigo
aquí, es por algo. No voy a dejar de viajar sólo por lo que pasó hace unas
semanas. Tal vez viva para viajar, para descubrir lugares y tradiciones, la gastronomía
y gente, nunca pararé. ¿De verdad voy a vivir con un miedo que me impida hacer
lo que más me gusta? La vida me da una segunda oportunidad, y, cuando hace este
regalo, se debe aprovechar, porque nunca se sabe hasta qué momento seguirás
viviendo.
WOOOW, como mola tu blog. Visita, comenta y sigue , Porfavor: http://la--frase-tonta-del-dia.blogspot.com.es/. BESOS!
ResponderEliminarMe encanta tu blog. Te sigo. ¿Me sigues? Besos desde http://la--frase-tonta-del-dia.blogspot.com.es/
ResponderEliminar